El Socuéllamos destroza al Cacereño en la segunda parte

A un solo paso del ascenso está el Socuéllamos. A dos más bien, porque tendrá que jugar la última eliminatoria después de derriba al Cacereño de manera contundente, aprovechando en el comienzo de la segunda parte los errores de los locales. Jaén y Cacereño son ya cosa del pasado, dos bellos recuerdos, dos muescas en el revólver del Socuéllamos, que celebra hoy su pase y piensa ya en el futuro.

El Socuéllamos planteó un partido muy serio, lo que es casi una redundancia, porque los de Manu Calleja se caracterizan precisamente por eso. Con Essomba de capitán general, apareciendo siempre que se le necesita y cediendo el protagonismo cuando las cosas van bien, los socuellaminos neutralizaron pronto la buena salida de los verdes, que notaban el aliento de una afición muy bulliciosa. A los cinco minutos, el Socuéllamos ya mandaba en el juego. El Cacereño solo creaba peligro en jugadas aisladas por la banda. David López buscaba a Carlos García, pero realmente era el Socu el que estaba más cerca de anotar.

Kike Domínguez tuvo la primera gran ocasión de los azules. Apenas pasado el cuarto de hora se escapó Chupi de Neto, que cayó en principio lesionado. Su pase atrás lo remató Kike Domínguez buscando la base del poste, pero el cuero se marchó por centímetros.

Con el paso de los minutos, se rehízo el equipo local. Un disparo lejano de David López y un tiro de Luismi tras una falta que detuvo Company fueron las oportunidades de los extremeños en un primer tiempo que terminó con un córner que remató muy solo de cabeza Chico. Su remate picado salió fuera por muy poco.

El comienzo de la segunda parte lo cambió todo. Por el acierto del Socuéllamos y por los errores del Cacereño. En cinco minutos la eliminatoria quedó resuelta ante la alegría de los aficionados socuellaminos que se habían desplazado a Cáceres. El Cacereño, que había encajado apenas tres goles en toda la temporada en su casa, en media hora recibió cuatro.

Abrió la espita Megías, que solo tuvo que empujarla. Robó Zurdo dentro del área ante la indecisión de la defensa extremeña y se la puso al delantero a dos metros de la línea de gol, con Bernabé sobrepasado.

Encendió la mecha Kike Domínguez, aprovechando dos errores garrafales de los verdes. El primero de Bernabé, que de puños no despejó, sino que la puso sobre su puerta. El segundo de Neto, que en vez de despejar, se la regaló al de Aceituna, que estuvo bien acompañado por los aficionados de su pueblo. Kike Domínguez les dio las gracias y marcó.

Hizo explotar el Príncipe Felipe Megías a la contra. Primero le anularon un tanto, pero poco después resolvió el uno contra uno.

El Cacereño era un pelele en las manos, las botas, la cabeza del Socu. Chupi tiró al palo y desaprovechó otra ocasión clarísima antes de que Álex Jiménez, que acababa de entrar, hiciera el 0-4 también a la contra.

Para entonces, la afición verde había empezado a abandonar el Príncipe Felipe y la del Socuéllamos celebraba la clasificación. El Socuéllamos está ofreciendo su mejor versión en el mejor momento. En Cáceres hizo valer la ventaja conquistada en la ida, plantándose en el campo con el orden habitual y dinamitando el partido cuando el Cacereño se despistó un poco. En cuanto olió sangre, los de Manu Calleja se lanzaron a por su presa, al que zarandeó hasta dejar clara su superioridad. El resultado fue, de hecho, corto. El Socuéllamos se planta en la última eliminatoria con las mejores sensaciones de la temporada. Está fuerte y el Cacereño puede dar fe de ello.