La red de autovías en España aumentó de forma considerable hace unos años. Que hoy podemos ir desde Huelva a Barcelona sin dejar de utilizarlas, un ejemplo, y así desde cualquier capital de provincia a otra más o menos próxima.
La carretera que une Ciudad Real y Toledo resulta ser ya una antigualla. El trazado en algunos puntos, las travesías de Orgaz y Fuente el Fresno nos remite a tiempo pasados. El progreso en este asunto parece no tener cabida, al menos, insisto, hasta ahora.
Leo una entrevista con la Delegada Provincial de la Junta de Comunidades Blanca Fernández en la que entre otros asuntos dice que la construcción de la autovía estatal Ciudad Real Toledo es una prioridad de esta legislatura. Una obra pues, que no es competencia del gobierno regional, sino del Ministerio de Fomento, organismo que sigue guardando silencio sobre este asunto.
Ignoro cuáles son los motivos por los que esta autovía no se ha realizado a día de hoy. Si se debe a motivos ambientales, intereses particulares, políticos, económicos… pero en todo caso existen en el mapa nacional autovías mucho más largas que soportan un tráfico mínimo, o con un trazado mucho más tortuoso y por lo tanto más caro.
La Delegada de la Junta cifra la realización de esta prioridad en un gobierno estable, lo cual en estas fechas es como pedir peras al olmo; espero que no tengan este compás de espera para otros asuntos en los veintidós ministerios.
Dificultades, estudios, decisiones políticas aparte sobre el trazado… lo cierto y verdad es que viajar hoy desde Toledo a Ciudad Real y viceversa, se convierte en algo tedioso, lento, no exento de un peligro añadido por la cantidad de tráfico y ausencia de arcenes, algo que nos remite a tiempos ya lejanos.