El parque nacional de Cabañeros mantiene una buena tendencia de cría de buitre negro un año más, con doscientos quince pollos este año, algo menos que el año pasado cuando se alcanzó la cifra récord (224).
El dato está recogido en el censo de la presencia de la rapaz en el parque nacional y es mejor que el de 2022 en número de parejas que iniciaron la incubación, cerca de trescientas (292), esto es veintisiete más. Otra cosa es que los pollos salieran adelante en un año que ha sido muy difícil por la sequía extrema del invierno que paliaron algo las lluvias de mayo y junio.
El buitre negro, además de grande, voluminoso, con una envergadura que llega a alcanzar casi tres metros de envergadura, está considera un ave “casi amenazada”, según la guía de aves de SEO/BirdLife. Junto con el buitre leonado es la rapaz más abundante en Cabañeros.
Castilla-La Mancha, la segunda en importancia para el buitre
La población de buitre negro se extiende por siete comunidades autónomas y catorce provincias. Por orden de importancia el buitre negro se encuentra en Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Madrid, Islas Baleares y Cataluña. Extremadura acumula 964 parejas, que suponen el 37,9% de la población española y solo Cáceres, con 854 parejas, acoge el 33,6% del total (datos de 2022).
Sus principales problemas de conservación son las molestias derivadas de la actividad humana (tránsito de excursionistas, apertura de carreteras, pistas y cortafuegos; talas de arbolado, incendios forestales, etc.), disminución de recursos tróficos procedentes de muladares y ganadería extensiva y utilización ilegal del veneno (entre 1990 y el 2002 se han encontrado más de 454 ejemplares envenenados).
El adulto es de color pardo muy oscuro y luce una gola de plumas en torno al cuello. Además, presenta la cabeza cubierta de un corto plumón marrón- grisáceo y la base del enorme y robusto pico de color azulado.