La estrella no ha encontrado aún en Ciudad Real portal sobre el que posarse. Hablamos, por supuesto, del reconocimiento a los restaurantes más valorado en el sector, el que otorgan a tan solo unos pocos elegidos Sus Majestades los inspectores.
El villacañense Javier Aranda, a pesar de su juventud, ya ha sido iluminado por dos de ellas al poco de abrir sus espacios madrileños La Cabra y Gaytán, habiéndola revalidado un año más en éste último. ¿Su sueño? Una más para su último proyecto, Retama, en el marco de la imponente finca de caza en la que se erige el hotel y club de campo y golf La Caminera en el municipio ciudarrealeño de Torrenueva.
De la Escuela de Hostelería de Toledo, Javier pasó a grandes negocios como El Bohío, Ars Vivendi, Urrechu, Santceloni o Piñera. La Cabra y Gaytán le encumbraron y, en Retama, pretende reafirmarse. Él es quien está al frente de la dirección de todos los espacios de restauración del hotel, que cuenta con el más casual El Prado Lounge y con el área de eventos, pero es en este en el que muestra su carácter de una forma mucho más personal.
En Retama expone sobremanera el cariño que le tiene a la cocina de siempre, al producto de la región que le vio nacer, a sus raíces culinarias. Materias primas de aquí, de altísima calidad, se envuelven en técnica y prudente innovación para potenciar esos sabores que nos recuerdan a las recetas de siempre presentadas con un aire de vanguardia en el plato.
Así, modernidad y tradición se combinan en una propuesta castiza que desfila en un precioso comedor con vistas, de aires sobrios y minimalistas, y sobre la que el chef espolvorea ciertas dosis de mundo, fundamentalmente de Asia, en relevantes platos como la perdiz frita al revés con estragón y curry de mejillón.
Experiencias Gastronómicas
La mejor forma de hacerse a la idea de su arte es decantándose por alguna de sus “Experiencias Gastronómicas”, dos menús degustación, Tradición (55 € por persona) y Retama (85 €) que resumen bien su filosofía en ocho y once pasos, respectivamente.
La sinfonía comienza en los aperitivos, presentados de pie, y entre los que los autóctonos disfrutarán de forma especial con la berenjena de Almagro o el paté de perdiz casero que rellena un macaron. Ya en mesa, es sabrosísima la caballa a la llama sobre caldo frío de aceituna gordal; de quitarse el sombrero la sopa castellana, más una crema, con sus sacramentos; y fantástico y muy gráfico como plato fuerte el lomo de ciervo, coliflor, mantequilla y raíz de loto.
Buenos postres y (muy) buenos vinos, escogidos por el sumiller Xoel Cantero, redondean un almuerzo o una cena memorable.
Nochevieja en un lugar de La Mancha
Para esta Nochevieja, La Caminera ha preparado un paquete especial para descubrir el hotel en la noche más mágica del año. La propuesta (535 € por habitación) incluye alojamiento, un destacado desayuno buffet en el que no faltan auténticas migas, menú Fin de Año con maridaje, fiesta con cotillón y barra libre y acceso al circuito Elaiwa Spa by L’ Occitane, el lujoso balneario con un circuito de agua con cascadas, pediluvio, saunas, baños de vapor, cromoterapia y hamacas térmicas.