¿Son presas?, pregunta una espectadora al inicio de la segunda función de ‘Descalzas’, este miércoles en el Corral de Comedias de Almagro, la comedia ligera con la que la compañía teatral Yeses, con internas del centro penitenciario Madrid I (prisión de mujeres de Alcalá), se ha estrenado en uno de los grandes festivales de teatro del verano, el de Teatro Clásico de Almagro. Superada la sorpresa, cuando ellas, ‘las Yeses’, salen a escena como dignas discípulas de la santa y mística Teresa Jesús, reformadora de la orden del Carmelo, religiosa rebelde y autora de escritos y versos maravillosos, en lo único que piensa el público es en las siete estupendas actrices que hay en escena y en el gran y profesional trabajo detrás de esta propuesta, cargada de eso que todos buscan: verdad.
“No hay prisión para el alma libre”, dicen en un momento de la función que su directora Elena Cánovas ha definido como “deliciosa”; y es cierto que lo es. Impacta la presencia en el escenario de Alba María García, Isabel Sevillano, Dalíris Sánchez, Ana Rosa Pretell, Mónica Liso, Cristina Cobaleda y Carolina Aller, transformadas en monjas de un convento del siglo XVI en plena reforma de la orden Carmelita, con pugnas y divisiones entre las ‘Descalzas’ como ellas, con votos de silencio, pobreza y austeridad, y los otros carmelitas.
Cosen, cantan y confrontan ideas
Mientras cosen y cantan en el convento de Encarnación con la madre Teresa, las ‘Descalzas’ de este montaje, sin verso pero con versos, tienen que confrontar con dos hombres de su tiempo, San Juan de la Cruz, que perseguido por la Inquisición se refugia en sus convento, el inquisidor que lo persigue y la mismísima Ana de Mendoza, princesa de Éboli, en un juego de sonrisas en el que triunfa el humor y las mujeres frente al patriarcado que quiere manejar sus vidas.
Al final, como no, una versión muy libre y cantada de “Vivo sin vivir en mí”, que deja en el espectador una sonrisa final y mucha empatía con estas actrices, arropadas en escena por los actores Pablo Alvera y Rubén Cobos.
Un poderoso estímulo
De la función la directora Elena Cánovas, que se pasea con sus chicas por Almagro sin parar de recibir felicitaciones, ha explicado que se trata de “un reto y un poderoso estímulo para estas actrices en prisión al encarnar a monjas que se hacen más cercanas, no solo por la situación de reclusión sino porque en la vida de estas religiosas fluyen cualidades y debilidades humanas”.
Compañía Teatral Yeses, 32 años y hasta un documental
Con documental propio, nominado en la ultima edición de los premios Goya, la compañía teatral Yeses tiene su sede con sede en el centro penitenciario Madrid I, se fundó hace 32 años por la funcionaria de prisiones Elena Cánovas en la antigua prisión madrileña de Yeserías. Cánovas puso en marcha este proyecto como herramienta liberadora para las mujeres privadas de libertad. En todos estos años, más de 1.000 internas han participado en la representación de más de 50 textos dentro de prisión y fuera de ella.
Las representaciones de las ‘Yeses’ han recibido el aplauso del público en escenarios de la Comunidad de Madrid, el Fórum Universal de las Culturas de Barcelona o en el III Encuentro Europeo de Teatro y Prisión, celebrado en Berlín. Asimismo, el mundo del teatro quiso reconocer la labor de esta peculiar compañía al entregarle el premio Max al Aficionado a las Artes Escénicas en la gala de la XX edición de los Premios Max 2017. A todo esto tienen que sumar su excelente gira de dos días por la 45 edición del Festival de Teatro Clásico de Almagro.