Nueve de los diez presuntos traficantes de cocaína, que introducían en España desde Colombia en envíos de papel impregnado con esa sustancia, y otros relacionados con la venta de ‘éxtasis’ han aceptado hoy ante la Audiencia de Ciudad Real condenas de entre 4 y medio y 3 años de cárcel, y han reconocido haber trapicheado entre finales de 2014 y la primera mitad de 2015, cuando los detuvo la Guardia Civil
El décimo, H.A.G.O., un ciudadano de origen colombiano afincado en Madrid sin antecedentes ha optado por ir a juicio porque según dice ocupó una habitación en uno de los pisos investigados por los agentes, que frecuentaban personas vinculadas a la trama, pero que él poco más o menos que pasaba por allí.
Sin embargo el fiscal no cree sus argumentos y reclama para él cinco años de cárcel al considerarlo tan actor como los demás.
Empanadas y chorizos a domicilio
La principal prueba que hay contra él son hasta ocho conversaciones telefónicas en las que habla con otros miembros del grupo de surtir de “empanadas y chorizos” a unos compañeros que estaban “en la cancha” (un parque en Madrid); o bien de “camisetas” e incluso de “muchachas”, que según la fiscalía son una forma velada de hablar de tráfico de cocaína, aunque el argumenta que en esa época hacía trabajillos no declarados en la construcción o en tiendas de ropa, en lo que le salía, para buscarse la vida.
Varios guardias civiles de la investigación lo identifican como uno de los hombres que más relación tenía con los principales acusados, “los colombianos de Madrid” que suministraban cocaína a otros traficantes de Alcázar de San Juan.
Esta operación de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de la comandancia de Ciudad Real empezó a finales de ese año. Los agentes siguieron la pista de dos hombres españoles de Alcázar de San Juan que al parecer se dedicaban a vender cocaína y MDMA, el popular ‘éxtasis’, en festivales de música de Castilla-La Mancha como el Viña Rock. Se pincharon los teléfonos y aparecieron “los colombianos”, varios hombres y una mujer que presuntamente se dedicaban a introducir cocaína desde Colombia vía Barajas impregnada en papel.
A la Universidad Carlos III
La Guardia Civil interceptó varios de esos paquetes remitidos a un repartidor empleado en la Universidad Carlos III de Madrid, en Getafe, y los relacionó con los acusados.
También en Correos de Alcázar se decomisó otro envio sospechoso de pastillas MDMA desde Sevilla por otro de los acusados a dos hermanos de Alcázar.
Todas estas investigaciones, con escuchas telefónicas durante más de seis meses, propiciaron entradas y registros en viviendas de Madrid, Alcázar y Sevilla en las que se encontró cocaína y éxtasis (no para que concurra la agravante de notoria importancia), y cantidad de enseres como balanzas de precisión etc vinculados a las drogas.
Como la mayoría del grupo ha aceptado el acuerdo de conformidad entre defensas y fiscalía, la sección segunda de la Audiencia sólo decidirá la suerte de H.A.G.O., para el que su abogado pide una pena “moderada, acorde a su poca intervención”, en caso de ser declarado culpable por el tribunal, en vez de los 5 años que solicita la fiscalía provincial.
