A Javier Krahe, cantautor de culto con más de treinta años de trayectoria profesional y todavía recordado por aquel trío (con Joaquín Sabina y Alberto Pérez) que firmó en 1981 el disco ‘La Mandrágora’, le persigue la polémica. En un discretísimo segundo plano estas décadas, Krahe acapara titulares ahora como protagonistas de un proceso judicial a raíz de la emisión de un trabajo suyo de finales de los años setenta en una cadena de televisión en 2004, que según un colectivo católico ofendía el sentimiento religioso.
Ha sido absuelto, pero el vídeo ‘Como cocinar a un Cristo’ sigue coleando. Lo último es que grupos vinculados a la Iglesia de Villanueva de los Infantes intentan impedir que el cantante actúe el próximo sábado 23 en la localidad, en un concierto promovido por la Asociación Cultural Luiérnaga que preside Jesús María Fernández de Sevilla y que, “ajeno a esto”, dice, decidió programarlo de acuerdo con otros miembros del colectivo en enero. En mayo la asociación le pidió el Patio de La Alhóndiga al Ayuntamiento, como han hecho en otras ocasiones, para la actividad, y no hubo mayor inconveniente.
Los problemas han llegado ahora, con la difusión del vídeo y el juicio, hasta el extremo de que el propia alcalde, Gabino Marco, del PP, reconoce que se ha sentido presionado por el hecho de prestar un local público para la actuación del músico, “lejos de querer avivar la polémica lo que pretendemos como Ayuntamiento es quedarnos al margen. Mucha gente nos ha transmitido su malestar porque cediéramos La Alhóndiga. Además en el concierto se va a cobrar entrada y hemos pedido a la asociación que lo traslade a un lugar privado”.
Marco subraya que no tiene problemas con esta asociación, pero intenta parar la polémica.
Fernández de Sevilla, que en principio mantiene que el concierto sea en La Alhóndiga aunque el colectivo baraja “un plan b por si acaso”, habla también de presiones que no logra entender. “Hay un grupo de personas, algunas concejales vinculados a sectores muy cercanos a la Iglesia que están enviando cartas y yendo a instituciones como la cooperativa del pueblo para boicotear el concierto y no permitir que un ateo use instalaciones públicas”.
Hasta este concierto la asociación Luciérnaga no había tenido ninguna queja del Ayuntamiento, “aunque nos molesta que secuestren el espacio público de esta manera”.
En los bares
A Jesús María Fernández de Sevilla, presidente de la Asociación Cultural Luciérnaga Infantes, con catorce años como dinamizadora de la cultura, lo que más le duele de esta polémica que según él se ha generado de una manera absurda, es que los bares en los que se venden las entradas para el recital (a precios de entre 10 y 15 euros, la asociación no tiene ánimo de lucro) están recibiendo presiones para que no lo hagan. “Les han llegado cartas anónimas en las que dicen que si siguen así se quedarán sin clientes. Y como están las cosas con esto no se juega”, afirma Fernández de Sevilla.
Pese a todo, y entendiendo que alguien se puede sentir ofendido por una pesona que para otros es un gran artista que puede expresar libremente sus opiniones y creencias, Luciérnaga mantiene la fecha: sábado 23 de junio, la hora 23.00 horas y el lugar, Patio de La Alhóndiga de Infantes, para el concierto de Krahe, “el Ayuntamiento no nos ha denegado todavía por escrito el uso de ese espacio”, dice. No obstante, buscan un lugar alternativo. Lo que sí tiene claro es que se celebrará.
La Asociación Cultural Luciérnaga celebra todos los años las populares jornadas literarias con destacados participantes y notablé éxito de aceptación y público.
