María José Pérez perdió por un tiempo la ilusión del atletismo, las ganas de correr y de entrenar. Reconoce que ‘petó’ mentalmente, que se lesionó más en el aspecto psicológico que en el físico. En 2019 sufrió durante un entrenamiento un atropello que le dificultaba luego recuperar su mejor nivel. Y hace dos años, cuando tenía cerca su participación en los Juegos Olímpicos, seguía con dolores que le impedían un buen rendimiento y que, aunque hubiera logrado esa clasificación, le hubieran privado de competir en Tokio, “porque en esas fechas estaba coja y no podía ni dormir por las noches”, cuenta.
Tras pasar por varios médicos, al fin se le diagnosticó una hernia que le comprimía el nervio ciático. La acumulación de la frustración, a lo que une ella también los muchos años de residencia en Madrid, “que ya me estaba absorviendo”, le llevaron “a que se me lesionara la cabeza”, reconoce.
Por eso, más que una recuperación física, la atleta de Carrión necesitaba recuperar la ilusión por correr y por entrenar. Se trasladó hace año y medio a vivir a Alicante, donde cambió de entrenador (ahora es Roberto Cejuela) y comenzó poco a poco a correr. Fue hace unos seis meses cuando sintió de nuevo esas ganas de competir, después de, como apunta, un tratamiento. “El psiquiatra también me ha ido dando las pautas y me he curado, por decirlo así. Aunque creo que de estas cosas nunca te curas, porque al final tienes que cuidar siempre esto de la salud mental. Pero sí que en estos últimos seis meses ha sido cuando tomé la decisión de competir”, relata la atleta de 31 años.
Hace unas semanas, tomó la salida en la 10K Nocturna de Albacete tras unos dos años sin ponerse un dorsal para correr una carrera de gran nivel. Lo hizo más como un entrenamiento, sin ponerse a punto porque su gran objetivo es el maratón, pero consiguió alzarse con la victoria. El pasado domingo repitió prueba con más exigencia, la Media Maratón de Valencia, en la que firmó una gran marca de 1h:12.08, su mejor tiempo personal en esta distancia que, a la vez, fue mínima para el Campeonato de Europa del próximo año.
“Ahora me siento muy motivada. Más que por el resultado, porque estos meses sí que he visto el fruto de entrenar diariamente. Estoy más satisfecha por mi evolución en tan poco tiempo que la marca en sí y me motiva ver cómo puedo evolucionar en estos meses. Esto es una carrera de fondo como el maratón, pero estoy muy ilusionada porque me apetecía salirme de la pista, ya no voy a hacer obstáculos y la ruta tiene otro ambientillo que me llama más”, confiesa la atleta internacional, hermana del también internacional Juan Antonio Pérez.
Porque, como se ha apuntado, su objetivo radica en el Maratón. Si todo va bien, correrá el próximo 3 de diciembre el de Valencia y luego en febrero lo hará en el de Sevilla, ambos con la intención de bajar de 2h:27 y hacer la mínima exigida por el Federación Española para los Juegos Olímpicos. Sobre ese objetivo, Mariajo recuerda que esta mítica prueba de 42 kilómetros y 195 metros “es la prueba más complicada, porque hay mucho tema logístico que te puede salir mal. Tema geles, la hidratación… Pero, si todo eso sale bien, en teoría los entrenamientos sí que dicen que puedo hacerlo, aunque también dependerá de cómo te salga ese día”.
Al menos, la fondista de Carrión de Calatrava lo va a intentar con toda la ilusión del mundo. La que ha vuelto a sentir por el atletismo y por correr tras unos años duros en el aspecto mental y físico. Sin olvidar su carrera de Medicina, en la que sigue y tiene ya cerca de terminar, ahora también puede estar bien centrada en los entrenamientos y competiciones. Seguro que Mariajo volverá así a dar muchas alegrías al atletismo ciudarrealeño.