El titular del juzgado de instrucción y primera instancia 5 de Ciudad Real ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza, para dos de los cuatro detenidos por agredir a una mujer con una catana, el lunes de madrugada en el barrio de San Antón de la capital.
A los otros dos arrestados, en el miércoles en una vivienda ‘okupada’ en la calle Altagracia, les ha puesto una orden de alejamiento respecto de la perjudicada, a la que no podrán acercarse a menos de trescientos metros. La otra medida cautelar es la retirada de pasaporte.
El juez de guardia imputa al grupo, cuatro hombres con vínculos familiares con la mujer herida, un presunto delito de lesiones agravadas por uso de arma blanca.
La orden de alejamiento también rige para los dos hombres que han ido a prisión, en caso de quedar en libertad mientras se instruye el caso, del que se hará cargo el juzgado de instrucción número 4, competente en estos asuntos, han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCLM).
Los cuatro detenidos por la reyerta del lunes han declarado durante toda la mañana de este viernes en el juzgado de guardia por los incidentes. Al menos dos de ellos tienen antecedentes, y uno de los presuntos autores materiales del ataque con la catana, S.G., fue detenido en abril por unos disparos en el barrio, que no se aclararon (el arma no apareció).
La víctima de la reyerta, una mujer de 39 años con antecedentes por tráfico de drogas, sufrió un corte en el muslo del que se está recuperando. El miércoles seguía hospitalizada en Ciudad Real.
“Se pelean porque se quitan los clientes de la droga”
Los vecinos de ese barrio de viviendas de protección oficial, relacionan todos estos incidentes violentos con el tráfico de drogas. Las personas que riñen tienen lazos familiares entre ellos y viven en un mismo bloque de la calle San Antón.
“Se pelean porque se quitan los clientes y el dinero”, aseguran fuentes vecinales, que piden más apoyo del Ayuntamiento a este barrio próximo a la comisaría de la Policía Nacional. Las últimas aprehensiones importantes de droga en la capital se han hecho en este barrio, entre la comisaría y el rectorado de la Universidad de Castilla-La Mancha.