Casi 300 vecinos de la barriada de Pío XII -125 presentes y 150 con voto delegado- de Ciudad Real han aprobado este lunes en asamblea la renovación de la nueva junta rectora por una mayoría amplia, frente a otro candidato que optaba a la dirección vecinal, que no ha obtenido ningún apoyo.
El respaldo a la directiva ya electa, encabezada por Isabel Barral Domínguez, ha sido “casi por unanimidad”, explica Raúl Sánchez Corrales, el vicepresidente, al haber obtenido 270 votos favorables y cinco abstenciones.
La convocatoria electoral se ha resuelto en el primer punto de la reunión convocada en el pabellón deportivo del IES ‘Atenea’, tras el cese de los miembros de la anterior junta rectora (muy cuestionada) y la creación de una plataforma vecinal -compuesta por 123 vecinos-, que impulsaron la sesión electoral en base a la normativa de la Ley de Propiedad Horizontal (tenían que reunir el 25% de los votos de los 608 vecinos de la popular barriada).
Junto a Barral y Sánchez, han sido elegidos los vocales Gabriel Prado Ruiz, Clotilde Carrión Villaseñor, Pedro Miguel Ruedas Castellano, José Luis Esteban Ortega y Antonio González del Valle. También ha habido en los cargos técnicos y de gestión de la asociación de vecinos, con la elección de María Ángeles Pinaglia Alcaide como administradora y secretaria.
En el segundo punto, han sometido a votación la instalación de contadores individuales de agua, proyecto impulsado por la anterior directiva, y la cesión al Ayuntamiento capitalino de la propiedad de los patios vecinales. La propuesta ha recibido un rechazo también muy abultado por parte de los vecinos, con todos los votos favorables, excepto una abstención.
La sesión ha terminado con el punto de ruegos y preguntas, en las que los vecinos han expuesto sus demandas para la mejora del barrio, como “los problemas con las palomas” y la palomina que inunda “el suelo y las ventanas”. Será una de las peticiones que trasladarán al Consistorio ciudarrealeño.
Los nuevos dirigentes vecinales también se han comprometido, ha indicado Sánchez, a tener más transparencia en la gestión, a la hora de tomar decisiones sobre proyectos y acciones “como representantes que somos y no como dueños del barrio”.
Otro propósito es encargar una auditoría de cuentas, dado que la asociación “gestiona una cantidad importante de dinero”, con ingresos mensuales de 18.240 euros.
Antes de empezar a funcionar, trasladarán los acuerdos a la nueva administradora para que redacte el acta y se pueda distribuir entre las familias, así como reclamarán las llaves de las dependencias de la sede a los anteriores portavoces vecinales. En caso de que negativa en tres días, “presentaremos una denuncia ante la policía por apropiación indebida”.