Puertollano se ha convertido este sábado en la capital del encaje de bolillos, con la celebración de su XXIII Encuentro de Encajeras en el que han participado más de medio millar de mujeres, ataviadas con sus mundillos, alfileres y bolillos.
Desde primera hora de la mañana, centenares de encajeras han ido abarrotando el Pabellón La Central de la ciudad minera, para disfrutar de uno de esos encuentros que está marcado en el calendario de estas garantes de una tradición ancestral como es el encaje de bolillos.
Numerosos autobuses han ido transportando a estas mujeres procedentes de regiones como: Andalucía, Madrid, Extremadura, Cataluña y cómo no, de numerosas localidades de toda Castilla-La Mancha, que han podido disfruta de uno de los encuentros más numerosos de cuantos se celebran de esta tipología a lo largo del año.
El concejal de Cultura y Turismo de Puertollano, Juan Sebastián Berdonce, ha sido el encargado de ir recibiéndolas, acompañando a las mujeres de la Asociación de Encajeras Puertollano, presidida por María Teresa Recuero, reconociéndoles su labor por conservar esta tradición artesanal y su gran aportación a la cultura popular.
Durante el encuentro se ha podido presenciar el proceso de elaboración del encaje de bolillos más tradicional del Campo de Calatrava, pero también numerosas técnicas más populares en otras regiones.
Ni de edades ni de géneros
Las tradiciones culturales no entienden de edad, ni de géneros. Al Pabellón La Central de Puertollano, a pesar de que más de un 90% de las asistentes han sido mujeres, también han llegado algunos hombres para compartir esta mañana de encaje.
Del mismo modo, ha habido cabida para personas de todas las edades. Aunque una de las grandes reclamaciones de las encajeras es la necesidad del relevo generacional, también ha sido posible ver alguna menor acompañando a las más mayores, aprendiendo de esta artesanía costurera y aprendiendo de los valores que se comparten en encuentros como el de este sábado.