Normalmente no se tiene en cuenta, es más… pasa desapercibido cuando es respetuoso, aunque si se dilata en el tiempo, es un síntoma de aislamiento que desde el punto de vista social, tendría otras connotaciones.
Corren tiempos de fiesta y alegría que enmascaran la problemática social que vivimos o en la que estamos inmersos. La vida vuelve a ser normal cuando lo normal ya no preocupa tanto. Hay personas que no han olvidado aquello que ocurrió y que ahora tenemos un leve recuerdo de todo ello.
La realidad en la que el ser humano se desarrolla está repleta de ruidos de fondo y de sonidos que se repiten, sin darnos cuenta que hay detrás de todo ello.
Las personas que mantienen esa magia silenciosa transmiten también la paz que necesitan para reflexionar sobre la vida y lo que no es la vida, siendo más realistas y mucho más pragmáticos.
El silencio podría ser aquel rumor que escuchamos de fondo para advertirnos de los cambios a los que vamos a tener que adaptarnos sin duda. Callarse sería la forma de observar, de forma inteligente, que ruido hace la sociedad de lejos con aquellas sensaciones que se perciben si eres un poco observador y haces lo correcto.
Por cierto… aquello que ocurrió es lo que ocurre todos los días que no logramos superar, quedándonos estancados en el mismo sitio.
El problema nos supera y no salimos adelante, por lo que la percepción de la realidad queda totalmente distorsionada.
El equilibrio que establezcas entre tu nivel de expectativas y la capacidad para adaptarte a ese ruido te ayudará a estar en silencio y percibir aquellos ruidos de fondo que de momento, no son demasiado molestos hasta que lo sean.
El silencio también, a veces, es muy necesario, siempre y cuando no pierdas la capacidad para poder comunicar que no quieres hablar en ese momento…
Me entiendes??