El extremo brasileño del Real Madrid, Vinicius Junior, denunció insultos racistas el pasado domingo en el partido contra el Valencia y no es la primera vez que lo hace. El internacional quiere luchar contra este tipo de violencia y puede ser una buena oportunidad para que se profundice en el asunto se pueden poner en marcha medidas y protocolos de actuación para intentar poner freno a estos hechos.
En este sentido, los clubes provinciales también se han pronunciado. Este periódico ha contactado con varios presidentes de equipos de diferentes disciplinas deportivas que han dado su opinión sobre lo sucedido y cuál sería la forma de actuar al respecto.
El presidente del Basket Dentatis Puertollano, Ángel Aguilar ha comentado al respecto que “el tema de Vinicius es complejo y con más aristas de lo que a simple vista puede parecer. ¿España es un país racista? Yo diría que no. ¿En España hay racismo? Seguro que sí. ¿Y en el fútbol hay racismo? Seguro que sí, lo estamos viendo. O sea, no solo en el caso Vinicius, hay otros jugadores de color que antes ya han sido insultados por esta característica. Lo que pasa es que, en el deporte español, yo soy parte de él y también he caído en ese error en muchas ocasiones, el insulto está normalizado y se insulta a los jugadores por defecto, a los entrenadores y también se insulta a los jugadores negros por su color de piel. Cuando tú insultas a un jugador por su cuerpo, te acuerdas de su padre, de su madre, seguramente seas un maleducado, un sinvergüenza. Cuando insultas a un jugador por su color de piel eres un racista, eso es así de sencillo. Entonces yo creo que es un tema muy complicado y que estamos ante una buena oportunidad con el revuelo que se ha montado para erradicar el insulto del deporte ”.
Aguilar también considera que “si se empiezan a tomar medidas serias y medidas concretas y medidas fuertes para que se elimine el racismo y el resto de insultos de los campos de fútbol, creo que vamos a salir todos ganando. Y se me viene a la cabeza también que hace apenas dos semanas a Guardiola, en el propio campo en el que jugaba Vinicius, se le profirieron insultos homófobos. Entonces creo que todo eso debería ser erradicado. Es complicado, es difícil porque está muy instaurado en la sociedad española”.
El máximo dirigente del Basket Puertollano indica que en el baloncesto “a nivel provincial, yo no lo he vivido. En mi época de jugador y en mi época de directivo, así a bote pronto no me tengo el recuerdo de haber vivido ningún episodio racista. Y yo he jugado con jugadores de color, jugadores nigerianos, jugadores extranjeros, y no he vivido ningún episodio racista. Aquí en Puertollano yo creo que tampoco hemos tenido ese problema. De hecho, esta semana mismo han venido jugadores de color a Puertollano a disputar un partido y no hemos tenido ningún tipo de incidente. Más allá de eso, creo que no hay, que yo conozca, ningún protocolo establecido de actuación. No sé si a partir de ahora, con toda esta historia, pues se definirá, lo cual no me parece mal. Por ponerte un ejemplo, sí que hay definido un protocolo de actuación en las categorías inferiores, en el que un partido se tiene que parar si alguien de la grada insulta a un jugador, al entrenador o al árbitro. Eso sí, y se está haciendo, además, y no me parece mal. Entonces, no sé si a partir de ahora, obviamente esto está adquiriendo una dimensión, un carisma, más importante, pues se tomarán medidas al respecto, las cuales ya te digo que a mí no me parecen mal”.
Por su parte, el presidente del Hiros Balonmano Caserío, Julián Amores, señalaba que “los insultos racistas los veo muy negativos. Sobre todo, porque mezclar en el deporte todo lo que no sea deporte, como estos casos, lo veo evidentemente negativo, porque el deporte promulga los valores, la formación, el que todos nos veamos iguales, que sea siempre de más acogida, más amplitud, más que restringida. Y el racismo es restringido. No creo que el deporte sea racista, está claro que no, el fútbol tampoco, pero que hay personajes que, por supuesto, la única fórmula es ir contra ellos”.
Amores aseguró que “aunque sea un individuo, hay que aislarlo, hay que perseguirlo y estamos totalmente en contra. Y creo que más el deporte del balonmano, donde también hay de toda nacionalidad, de razas, la inclusión, creo que es un valor fundamental en el deporte y en una sociedad que vivimos para ser felices y creo que los fundamentos es que no haya esa negatividad para ser felices, o sea que no haya conflictos”.
Sobre los protocolos de actuación, Amores confirma que no existen como tal, pero sí hay un código ético. “Es un código ético que prohíbe comportamientos racistas y que tiene un protocolo marcado que es, si es en el campo, se le puede llegar a expulsar, tiene potestad tanto el delegado del campo como cualquier directivo del club para identificar. Se abre un expediente, se forma un comité para estudiar el caso e imponer sanciones a aficionados, jugadores del club, directivos, empleados, cualquiera. Esto está dentro de nuestro código ético que está publicado y que es público y que se puede ver en nuestra web y desde el año pasado sí que existe ese código y esas reglas, aparte de otras muchas dentro del código ético, pero también de promover la igualdad y también están esos comportamientos que puedan conllevar connotaciones racistas”.
Por su parte, Maxi Sáez, presidente Calvo Sotelo Puertollano, afirma que está “absolutamente en contra del tema de los insultos racistas y no sólo insultos racistas considerados como tal a jugadores de otro color, de otra ideología, sino los propios insultos que estamos hartos de oír en los campos de fútbol. La verdad que eso a mí me repugna y, de hecho, en nuestro estadio, en más de una ocasión hemos llamado la atención a algún espectador que, estando alrededor del palco, ha insultado a algún jugador, sea de la raza que sea y le hemos llamado la atención y, por supuesto, intentamos, en la medida que podemos, corregir ese tipo de actuaciones. Estoy totalmente a favor de Vinicius por lo que le está ocurriendo y a todos los jugadores que le ha ocurrido y lo han vivido en sus propias carnes. La verdad que es lamentable que eso ocurra y, desgraciadamente, no se ponen muchos medios a día de hoy, pero yo creo que poco a poco es un tema que tenemos que, entre todos, tenemos que intentar corregir y evitar que ocurran ese tipo de actuaciones”.