No es una receta mágica, pero hoy quiero prescribir una posible solución a muchos de ellos: la mediación. Un mediador es un profesional neutral e independiente que consigue soluciones que satisface a ambas partes en conflicto… parece contradictorio pero es posible. A través de la mediación las partes en conflicto deciden lo que mejor les conviene, cómo y cuándo solucionar sus problemas.
En la actualidad, desde el mundo jurídico todos somos conscientes: ciudadanos, jueces, abogados y demás operadores jurídicos, que los problemas se han incrementado exponencialmente desde las huelgas de la Administración de Justicia. El actual sistema de administración es INEFICIENTE para resolver determinadas situaciones, y vemos que muchísimos problemas no se solucionan con una sentencia. Es más, muchos jueces ven que son muchos los conflictos están mal gestionados, emociones sin tratar, que originan problemas enquistados en el tiempo y se emplea más tiempo y dinero en destruir lo que quieren solucionar, donde el conflicto permanece latente, retroalimentándose.
A los abogados les pido y recomiendo que se dejen ayudar por mediadores profesionales. Con la mediación podrán cobrar sus minutas con más antelación que las costas y en ningún caso se verán disminuidas. Tampoco en ningún caso supone un intrusismo profesional a su labor, todo lo contrario, la mediación es un complemento idóneo para un mejor desarrollo de su profesión, como lo pueden ser otros y no ser un síntoma de desprestigio profesional ante sus clientes. En definitiva, la labor de los abogados también es aconsejar a su cliente sobre la manera más idónea para solucionar su problema en determinados asuntos. En multitud de ocasiones escuchamos que los abogados dicen que ellos también negocian, pero la negociación que hacen es adversarial y sólo contemplan los intereses de sus clientes obviando los intereses de la otra parte.
Por último concluir que la mediación es justicia efectiva, ni está al margen del Derecho de la tutela judicial efectiva, sino que es un eslabón más y en ningún caso solucionar los problemas a través de mediación es signo de debilidad, ni supone una justicia de segundas.
Los mediadores y juristas en una sociedad que está desbordadas por los conflictos, tenemos la ardua tarea de convencer a los ciudadanos que la resolución de su conflicto a través de la mediación no es sólo buena, sino que en muchas ocasiones es la mejor solución, es más se pueden solucionar expedientes ya judicializados sin necesidad de paralizarse y tener la solución que ambas partes acuerden mucho antes de la sentencia que no sabemos cuando va a venir, ni cómo.
*Mediadores