Manuel C.F., acusado apropiarse con engaños de documentos históricos de las minas de Almadén de la colección familiar de un vecino de la localidad, Manuel H.C., para venderlos, dice que es anticuario de muebles, pero no un entendido en pintura o documentos antiguos. En este caso de Almadén, por el que se ha abierto juicio por estafa en la Audiencia de Ciudad Real, afirma que no engañó a nadie, sino que actuó como intermediario del propietario.
El acusado, que tiene antecedentes por estafa en Badajoz (es natural de Montijo) y otra causa pendiente en Granada, ha contado que en 2020 se estableció en Almadén bajo una identidad falsa (se presentaba como Manuel, sin dar apellidos) huyendo de la justicia (tiene una condena firme por estafa del año 2016 en Mérida).
Cuando se supo en Almadén que era anticuario alguien le puso en contacto con Manuel C.F., jubilado de la hostelería, que le habló de su colección de documentos, libros, muebles, etc. Se conocieron, congeniaron, y entre febrero y agosto hizo diferentes operaciones de venta de “lotes” de enseres antiguos de este vecino de Almadén, según ha declarado en el juicio, por una comisión, sin saber muy bien qué vendía, sobre todo en caso de los documentos. “Era él el que venía mi casa continuamente”, ha insistido, para justificar que no tenía afán de estafarlo.
Vendió parte del archivo a un coleccionista local
En ese contexto, si bien no ha aclarado cómo fue exactamente, se hizo con todo el archivo familiar de Manuel H., heredado de su padre. Parte de esos documentos, 57 carpetas y 16 álbumes de fotografías antiguas, los vendió en nombre de Manuel a un tercero, un coleccionista del pueblo, por 3.500 euros. Este coleccionista le entregó una señal de 1.300, todo esto en casa y presencia del presunto estafado, según ha contado el coleccionista y los amigos que lo acompañaron ese día, que han declarado como testigos en el juicio.
Ese verano el acusado también llevó a su casa a este mismo comprador y a sus amigos, aficionados a la historia y las antigüedades, para enseñarles los documentos de las minas de Almadén, la parte más valiosa de la colección de Manuel H., que estas personas no quisieron comprar, aunque sin ser unos expertos se dieron cuenta de que eran documentos valiosos, de época.
El acusado se fue de Almadén con los papeles en agosto
El acusado y su familia se fueron de Almadén el 22 de agosto de 2020, se supone que con esos documentos de las minas, y sin haber pagado por ellos a la persona para la que hacía de intermediario, según han contado el propio perjudicado y los testigos.
El coleccionista que le compró los álbumes de fotos antiguas y su socio comprobaron después que el nombre y el DNI del acusado que figuraba en el contrato de compraventa eran de otra persona (un anticuario de Montijo), y cuando se supo que Manuel H. podía haber sido víctima de una estafa acabaron devolviéndole todo. Ahora exigen al acusado el pago de los 3.500 euros que le entregaron parte en mano y el resto por en una transferencia.
Los documentos a la venta en todocoleccion.net
Tiempo después los documentos de las minas se pusieron a la venta en la web todocoleccion.es, curiosamente como si fuera Manuel H., el dueño, quien intentaba venderlos. Algunos de esos legajos acabaron en manos de un coleccionista de objetos militares, que contactó por internet con un tal “Augusto” para comprarle un uniforme antiguo. Como hablaron por teléfono, este tal Augusto le dijo que además de ese uniforme tenía documentos de los Fúcares y las minas de Almadén, que resultaron ser los de Manuel H. y accedió a comprar algunos. Cuando se destapó el caso esta persona devolvió algunos de esos documentos, pero a otros se les ha perdido la pista porque los cambió en una feria de coleccionismo militar. El tal “Augusto” resultó ser el acusado de esta estafa, Manuel C.F.
“Yo a este señor lo he llegado a querer, era un amigo”
Manuel H., el dueño de los documentos que heredó de su padre, “una persona muy conocida en Almadén”, según ha contado en el juicio, sigue hundido en lo personal, “yo a este señor lo he llegado a querer; lo consideraba un amigo, de total confianza”, ha relatado ante la sección primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real que juzga el caso.
“He sido un idiota, un gilipollas”
Muy duro consigo mismo, se ha llamado “idiota” y “gilipollas”, por haberse dejado engañar. “Se llevó todo de mi casa poco a poco y delante de mis narices, hasta las estanterías”. Y de los documentos de los Fúcares y las minas de Almadén dice que “los tuvo en su poder un día, luego se largó y no he sabido más”.
El perjudicado denunció lo que le había pasado ante la Guardia Civil, que inició la operación ‘Fúcares’ que terminó con la detención del acusado en noviembre de 2021 en Granada. En el registro el Seprona recuperó parte de esos documentos, que ahora reclama el Archivo Histórico Nacional.
La explicación de Manuel H.C. para que su colección acabara en manos del acusado, es que llegaron a un acuerdo de 152.000 euros por todo el archivo de su familia. Supuestamente él se llevaría una comisión a cambio de venderlo todo, pero en la práctica no recibió ni un euro y se quedó sin nada. Lo poco que ha recuperado son los libros y álbumes del coleccionista de Almadén.
El coleccionista de Almadén, que empleó varios días en retirar de casa del perjudicado los libros, legajos y álbumes que compro (no los documentos de las minas de Almadén), ha testificado que efectivamente la relación entre el perjudicado y el acusado, por lo que vio, parecía muy buena. “Cuando dimos la primera señal le quisimos dar el dinero a él pero nos dijo que todo al acusado, que luego ellos se apañarían”.
Otro estafado dice que el acusado “era muy simpático”
La primera sesión del juicio contra el presunto estafador ha contado también con el testimonio del dueño de una tienda de ropa de Almadén, de la que el acusado se llevó presuntamente unos mil euros en prendas de vestir que no pagó, en el verano de 2020.
El testimonio de este comerciante ha sido clave para fijar la fecha en la que el acusado se fue de Almadén, supuestamente a toda prisa. Fue el 22 de agosto de 2020 por la tarde. Este comerciante, vecino del presunto estafador, sabía a lo que se dedicaba y que ese día había hecho otra venta importante de antigüedades con unos valencianos. “Era una persona muy simpática, siempre saludaba”, ha contado.
El tiempo que el acusado vivió en Almadén se hicieron “amiguetes” -al menos para este testigo-, por eso no le extrañó que ese 22 de agosto, sábado, su hijo fuera a llevarse ropa de la tienda que supuestamente luego le pagaría el padre. “Me dijo luego me paso, nos tomamos un cubata y te pagó”, pero ese mismo día por la tarde se fue toda la familia y no volvieron por Almadén. Este comerciante, que conocía al acusado como “Manuel” puso la denuncia cuando saltó el caso de Manuel H. ante la Guardia Civil y se buscaban más supuestos estafados, “pero luego no me he buscado abogado ni nada, total si es insolvente voy a perder más que lo que voy a recuperar”, ha declarado.
4 años y ocho meses de cárcel por estafa agravada
La Fiscalía de Ciudad Real solicita cuatro años y ocho meses de cárcel por estafa agravada para el investigado, y multa de diez meses a razón de 20 euros. Se da la circunstancia de que los documentos forman parte del patrimonio histórico español, tal y como se ha fijado por informe pericial durante la instrucción del caso.
El Archivo Histórico Nacional avala el valor de los documentos
El subdirector del Archivo Histórico Nacional, Enrique Pérez Boyero, también ha declarado como testigo-perito en el juicio para ratificar un informe sobre el valor de los documentos de la colección de Manuel H. Se trata de 3.500 legajos y otra cantidad importante de libros relacionados con las cuentas y un pleito sobre los límites de las minas de mercurio de Almadén de los siglos XVIII y XIX.
El experto ha contado que tienen relevancia histórica y deberían formar parte del Patrimonio Histórico Nacional, que en la actualidad custodia este archivo. Hasta 1960 los archivos de las minas de Almadén lo guardaba la empresa pública Mayasa propietaria de las minas, hasta que cambios legales hicieron que esa documentación la custodie el Archivo Histórico Nacional, determinante en casos como el famoso pleito de la fragata Mercedes con la empresa estadounidense Odissey.
El juicio continúa este miércoles con la declaración de los guardias civiles que han participado en la operación y las pruebas periciales.