Alrededor de 1.000 personas pasaron por la cuarenta y cuatro edición del Festival Internacional de Teatro Contemporáneo Lazarillo de Manzanares entre el 19 y el 26 de agosto. La directora, Cecilia Amores, hace una valoración muy positiva de la asistencia y de las críticas cosechadas por parte del público en cada uno de los espectáculos.
El festival colgó el cartel de agotado en dos ocasiones: el jueves con las tres sesiones de Microteatro por Dinero y el viernes con ‘Es mi hombre’ de Livianas Provincianas. En los dos casos fueron obras de pequeño formato, de las que disfrutaron ochenta personas en el Centro Cultural Ciega de Manzanares.
Las grandes apuestas de teatro de sala del FITC Lazarillo fueron las más seguidas. El viernes ‘PlayOff’ de La Joven Compañía metió a unas 200 personas en el patio de butacas del Gran Teatro, entre las que había mucho público adolescente, de Manzanares y de fuera. Una cifra similar acudió el sábado a ‘Iphigenia en Vallecas’ de María Hervás, una historia que “llegó al corazón de todos”.
Así pues, Cecilia Amores destaca la “muy buena acogida de las obras por parte del público”, también el domingo con la obra familiar ‘Bucaneros, la isla del coco viejo’, y el resto de días con el teatro de calle, los conciertos y las actividades paralelas.
La perspectiva de género conquista al público del Lazarillo
Todas las obras consiguieron altas valoraciones por parte del público. De hecho, el patio de butacas se puso en pie en cada una de ellas. La directora del 44 FITC expresa que el equipo directivo e incluso los actores han manifestado que “se respiraba un ambiente muy positivo en el escenario”.
La apuesta por el teatro social y el punto de mira puesto en la mujer también fue un acierto, desde el inicio con la entrega del Premio Escena a la Liga de Mujeres Profesionales por el Teatro. Cecilia Amores valora de forma muy positiva que “la mujer haya sido el punto de encuentro entre todas las actividades del festival”.
La presencia de mujeres en la programación, como directoras, actrices o productoras, será un punto a “cuidar en el futuro”. “Esto no es cosa de una edición, sino que debemos de seguir en esta línea y así podemos marcar la diferencia”, confiesa a lanzadigital.
Cecilia Amores planea seguir en la dirección
A nivel personal, Amores reconoce que ha sido una mezcla de “nervios, responsabilidad y tranquilidad”, por el apoyo del resto del equipo y de la directora anterior, Míriam Rodríguez. Ahora tiene “muchas ganas de continuar” y, aunque Lazarillo TCE valorará en las próximas semanas los resultados, reconoce que la gustaría continuar en la dirección
Termina una edición y comienza otra, pues Lazarillo TCE planifica durante todo el año la programación. Cecilia Amores anima a los manzanareños para que propongan obras y considera que de cara a sucesivas ediciones sería interesante introducir algún foro de debate con el público.