Alrededor de 40 estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Ciudad Real (ETSIA) podrán realizar sus prácticas enológicas cada curso en la bodega experimental que la Universidad de Castilla-La Mancha construirá en el centro. El proyecto, dotado con 650.000 euros, está en fase de licitación (mañana acaba el plazo para la presentación de ofertas por las empresas) y las obras podrían comenzar después del verano, según el director del centro, Jesús López Perales.
Se trata de unas instalaciones muy esperadas a la hora de completar la formación práctica que oferta la emblemática escuela universitaria en los grados de Enología e Ingeniería Agrícola y Agroalimentaria en su mención de industria, y también en el máster en Ingeniería Agronómica.
Los estudios de Enología son los más nuevos, apenas con un año de vida, tras la puesta en marcha de la carrera con una veintena de alumnos en el presente curso.
La mayoría promocionarán a segundo (entre 16 y 18), a la espera de nuevos matriculados, incluso de manera directa, una vez abierto el plazo de inscripción el 14 de julio.
López valora el servicio que dará la bodega a la hora de cubrir las necesidades de los 40 universitarios, inmersos en una formación científica, tecnológica y socioeconómica de gran valor, a tenor del potencial de la región como escenario del mayor viñedo del mundo.
La bodega, ideada por el arquitecto Eusebio García Coronado, ocupará un espacio de 400 metros cuadrados en dos niveles, explica el docente, y acogerá un lagar y un laboratorio. En conjunto contará con un equipamiento avanzado de última generación que permitirá seguir el proceso completo de transformación de la uva a vino, desde su recepción hasta el embotellado.
En concreto, permitirá a los alumnos experimentar con fermentaciones de vinos, blancos o tintos y desarrollar prácticas de uso intensivo tanto para la docencia como para la investigación.
Son unas instalaciones únicas en la Universidad de Castilla La Mancha, pues se adaptarán a la demanda experimental con una capacidad para acoger 30.000 kilos de uva y su posterior conversión en mosto y vino.
El proyecto podría culminar al final del curso 2020-2021, ya que, previsiblemente, la construcción empezará después del verano y tiene un periodo estimado de cinco meses. Para su desarrollo, las empresas interesadas, según López, podrán presentar las ofertas hasta este viernes
Promoción
Por otro lado, la dirección de la EUITA ha seguido promocionando sus estudios con campañas promocionales en redes sociales. En tiempos de pandemia han utilizado, señala López, la proyección de twiter, instagram y Facebook para intentar atraer a nuevos alumnos con mensajes sobre la oportunidad que representan los estudios tanto en su ámbito formativo como a la hora de acceder al mercado laboral. “Es un profesión sin paro”, aseguran.
Han elaborado dos vídeos dirigidos a jóvenes de entre 16 y 25 años en los que incluyen mensajes para animar a futuros universitarios a matricularse en la oferta que imparte el centro.
Descubrir nuevos estudios
En el caso de Enología, animan a “descubrir” un grado con “grandes salidas profesionales” y recuerdan que se imparte en la ETSIA, en colaboración con la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas.
Los egresados (la primera promoción terminará en 2023), según sostienen, tendrán la capacidad de trabajar con métodos y técnicas de cultivo de viñedo y la elaboración de derivados de la vid, además del almacenaje, gestión y conservación de los productos elaborados.
Los futuros enólogos también podrán ser los responsables de las condiciones técnicas sanitarias del proceso enológico en el contexto de la legislación del sector, y participar en proyectos de investigación e innovación en este campo.
50 años formando ingenieros
Respecto a la Ingeniería Agrícola y Agroalimentaria, el vídeo se inicia con la pregunta de “¿sabes qué vas a estudiar?” y con la respuesta sobre el bagaje de la escuela, que “ha cumplido 50 años formando ingenieros y contribuyendo al avance tecnológico de la región”.
Son estudios, aseguran, “con muchas salidas”, al formar a profesionales “imprescindibles en la pandemia” y con empleo “aún en épocas de crisis”.
Como técnicos especialistas en producción vegetal animal, industria agroalimentaria, manejo de riegos, topografía, motores, o economía agraria, la formación contempla “la máxima sostenibilidad y respeto al medio ambiente econoci cir seguridad alimentaia y somos agrónomos e igenieros.