J.M.M.N., ganadero de unos cincuenta años de la comarca de Cabañeros, vuelve al banquillo de la Audiencia de Ciudad Real para ser juzgado por un presunto delito de abuso sexual de una mujer con discapacidad, del que fue absuelto en 2022.
La fiscalía, que solicitó nueve años de cárcel en el primer juicio, decidió recurrir la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, que la anuló, lo que supone repetir el juicio. Un tribunal de apelación no puede corregir con una pena una absolución de otro, pero sí instar un nuevo juicio, que es lo que ha ocurrido en este caso.
El nuevo juicio, calcado al anterior (mismos testigos y pruebas) se celebrará entre el próximo martes 23 de enero y el miércoles 24, en la sección segunda de la Audiencia de Ciudad Real. La sala es la misma, pero con un tribunal formado por tres magistrados diferentes a los de la absolución, en este caso Ignacio Escribano Cobo, el presidente de la sección, Almudena Buzón y Gonzalo de Diego.
La repetición de juicios no es habitual, pero tampoco infrecuente. En la Audiencia de Ciudad Real es la segunda vez que pasa en cinco años, y en la misma sección (en 2019 la sección segunda también absolvió a un acusado de una presunta violación, el TSJCLM obligó a repetir el juicio, y el acusado, que llevó a pasar un año en la cárcel, volvió a ser absuelto).
“Creo que obtendremos una sentencia absolutoria”
“Tenemos una cierta tranquilidad, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha anuló la primera sentencia por motivos formales, no entró en el fondo del asunto. Creo que obtendremos una sentencia absolutoria”, dice Ángel María Rico, el abogado que defiende al ganadero.
Rico entiende que la sentencia de julio de 2022, “era acertada de modo que otro juicio con las mismas pruebas debemos llegar al mismo resultado, soy optimista”, dice Rico, que cree firmemente “en la inocencia de mi representado”
Se encontraron en el campo en agosto de 2019
La denunciante, una mujer con una discapacidad intelectual del 57%, y el acusado, conocidos de Pueblo Nuevo del Bullaque (pedanía de Retuerta) se encontraron por casualidad en el campo el 10 de agosto de 2019, ella iba en bici, a coger moras, y el estaba pastoreando su ganado. Entablaron una conversación, y supuestamente el acusado le tocó el culo por debajo de la ropa, e incluso utilizó un dedo (lo que agrava la petición de pena).
Ella lo contó después a un familiar pero la denuncia no se puso en esa misma tarde, ni fue examinada por un forense, sino tiempo después.
El acusado no niega haber hablado con la mujer e incluso reconoce que la tocó la cadera porque ella le dijo que le dolía (se supone que estaba convaleciente de una operación), pero no con fines sexuales, como acusa la fiscalía y la acusación particular.
La fiscalía pide 9 años de cárcel
La Fiscalía de Ciudad Real solicita nueve años por abuso sexual en este caso, que la acusación particular que ejerce la víctima eleva a diez y 90.000 euros de indemnización por daños morales.
En la sentencia absolutoria de 2022, tras un juicio a puerta cerrada de dos días, el tribunal entendió que no había pruebas suficientes para emitir una sentencia condenatoria, si bien en la fundamentación de la sentencia afirmó que la mujer no estaba fabulando, y le dio credibilidad a su relato.
“Su claridad acerca de lo acontecido fue manifiesta y patente”, recoge el fallo de junio de 2022, si bien los magistrados consideraron que el testimonio no tiene la contundencia suficiente. El hecho de que la familia denunciara cuatro días después y que no haya ninguna evidencia física del supuesto abuso, ni corroboración periférica, llevaron a la sección segunda de la Audiencia a absolver.